Escribo desde que tengo uso de razón, incluso escribía antes de aprender a escribir propiamente, hacía garabatos y dibujos que según pensaba a mis 3 años de edad era escritura.
Cuando empecé el colegio me encantaba cada día ir aprendiendo una palabra nueva, empecé con el clásico «mi mamá me mima» que era parte del libro Coquito que se usaba en esos tiempos.
Aunque aún no lo sabía, escribir se convertiría en una herramienta importante para mí. Escribía en mi diario con candado «querido Diario» casi todos los días. Me emocionaba escribir largos ensayos en el colegio sobre lo que sea que nos dejaran.
Cuando pasó la época de colegio, escribir se convirtió en una herramienta menos usada, pero igualmente valiosa, las pocas palabras que escribía debían ser contundentes; y eso hizo que los tiempos para escribir bajaran, pero que los valore mucho más.
Escribir emails largos a mis amigos y familia era una cuestión especial, era como sentarme a tomar una taza de café con cada uno.
Escribir se volvió una forma de registrar mis días, mis pensamientos, mis planes, mis sueños.
Hasta que empezó a danzar en la pista principal de mi mente la idea de: ¿y si escribo un libro?
La idea siguió danzando en mi cabeza, cada vez tomaba más fuerza. Una mañana me levanté a orar y le pedí a Dios que me diera una ayuda para escribir este libro que tenía en la cabeza hacía buen tiempo. Ese mismo día conocí a Débora (una editora especializada en coaching de escritura) quien mirando mi perfil en Linkedin me preguntó ¿piensas escribir un libro algún día? Más señal que esa, imposible.

Escribir resulta que tiene su técnica, hay un proceso general que hace que escribir sea algo viable y que termine en un libro.
(De eso hablaré en un post específico)
¿Quién nace aprendiendo a escribir un libro? Nadie.
Pero alguien que lee mucho desde siempre sabe qué es un buen libro y qué no. Qué historias pegan, y cuáles no tanto. Así que como dijo Elizabeth Gilbert, hay que aprender a perdonarse por no hacer un trabajo tan extraordinario y persistir por el amor a la creatividad
Con esto quiero compartir 10 pasos para escribir de la misma Elizabeth Gilbert:
? Escribe tu historia a una persona. Elige esa persona que amas o admires o quisieras conectarte con y escribe toda la historia dirigida a esa persona como si fuera una carta, de manera natural; de esa manera saldrá tu voz personal.
? Empieza al inicio de la historia, luego sigue contando lo que pasó hasta que termines.
? Utiliza oraciones sencillas.
? No te preocupes si es una buena obra, preocúpate en terminarlo. Ya sea si el proyecto es bueno o no, serás una persona radicalmente distinta cuando termines; y sólo eso, ya es un gran beneficio que vale la pena.
? No escribas con el objetivo de cambiarle la vida a alguien más. Eso llevará a una prosa pesada e irritante. Sólo comparte lo que te entusiasma, te fastidia o fascina. Si la vida de alguien cambia para bien, eso es un bono.
? Cada vez que puedas, cuenta historias en lugar de explicar cosas. Los seres humanos amamos las historias y odiamos que nos expliquen cosas. Jesucristo hablaba en parábolas, permitiendo que las personas puedan llegar a sus propias conclusiones; Él fue el primer storyteller, y lo hizo súper bien.
? Tu trabajo no tiene que tener una cantidad de páginas determinadas o escrito para un mercado en particular, ni siquiera tienes que estar pensando en cuántas personas comprarán tu obra. Cómo será la publicación es un problema para otro día. Hoy, sólo escribe.
? Recuerda que has estado haciendo investigación toda tu vida sólo por el hecho de existir. Eres la única persona experta en tu propia experiencia. Abraza esa suprema calificación.
? Todos los escritores empiezan en el mismo lugar: el día uno. Súper emocionados, listos para la grandeza. En el día dos; todos los escritores miran lo que escribieron en el día dos y se odian a sí mismos. Lo que separa de los escritores profesionales de los novatos; es que los profesionales siguen trabajando en el día tres. Lo que te lleva a eso no es orgullo, sino misericordia, mostrarte perdón a ti mismo por no ser lo suficientemente bueno. Luego, sigue trabajando.
? Ten la disposición de hacer que el proceso sea sencillo. Te sorprenderás.

Hoy para mí es un día feliz, hoy escribí ?
Creo que escribir es como los maratones, te cambian en el proceso y al final se trata de ser la mejor persona que puedas ser.
¿Te gustaría escribir más?
¿Qué te gustaría saber sobre el proceso de escritura?
Un abrazo,
KT